Según FIEL, la industria cayó un 0,8% y detuvo su frágil recuperación.

Si bien había mostrado síntomas de frágil recuperación en diciembre y enero, la industria cayó un 0,8% interanual en febrero y su fase recesiva acumula 26 meses, de acuerdo a un informe de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL).

En un mes en el que todavía no había cuarentena y el efecto coronavirus no había impactado en todo su potencial, las mayores caídas las sufrieron los productos minerales no metálicos y la industria automotriz.

De manera inversa, se registraron subas en el proceso de petróleo, la producción de insumos químicos y plásticos, y en el sector de alimentos y bebidas.

En enero, el Índice de Producción Industrial (IPI) de FIEL había exhibido un incremento del 6% interanual, por lo cual el primer bimestre de 2020 acumula un crecimiento del 2,5% respecto al mismo período de 2019. Sin embargo, la fundación aclaró que la industria está inmersa en una recesión desde hace más de dos años, con una caída equivalente anual del 4,1% y un estancamiento desde diciembre de 2018.

Las mejoras durante los primeros dos meses del año estuvieron encabezadas por un salto del 12,1% en insumos químicos y plásticos, y del 7,5% en el proceso de petróleo. Paralelamente, minerales no metálicos y despachos de cigarrillos lideraron las variaciones negativas, con pérdidas del 12,8% y del 10,9%, respectivamente.

FIEL afirmó que el nuevo escenario de crisis desatado por la pandemia del coronavirus, sumado a la guerra por los precios del petróleo entre Rusia y Arabia Saudita, prolongarán la recesión industrial se prolongará y profundizará “en una magnitud que resulta prematuro cuantificar”.

En ese marco, para la institución el impacto negativo podría resultar más marcado entre los sectores de bienes durables, de capital y algunos bienes intermedios. Por el contrario, la producción de alimentos y la industria química podrían tener un mejor desempeño relativo.

“Las medidas económicas anunciadas contendrán probablemente en forma parcial la disrupción de los negocios producto de las recomendaciones de distanciamiento social” se sostuvo en el informe, aunque se reclamó por un mayor alivio tributario y una más amplia asistencia a monotributistas y trabajadores informales.