"Argentina seguirá honrando su deuda en los términos pactados"

El ministro de Economía, Hernán Lorenzino, y el secretario de Política Económica, Axel Kicillof, ratificaron que el proyecto de ley que propone una nueva reapertura del canje de deuda es una muestra de que "Argentina no eludirá sus compromisos de pago con sus acreedores".

En un plenario de comisiones en el Senado, Lorenzino aseguró que existe un "intento de volver al pasado", y advirtió que algunos acreedores "no tienen deseo genuino de cobrar, sino que lo que quieren es tener ganancias cuantiosas a costa de todos los argentinos".

El ministro recalcó que la Argentina "ha cumplido con su compromiso de deuda y lo va a seguir haciendo", y afirmó que "el fallo de la Cámara de Nueva York pretende traer incertidumbre sobre la voluntad y la capacidad de pago de la Argentina".

"No nos van a llevar a un escenario como el de 2001", enfatizó el funcionario, y consideró que ese fallo "nos recuerda que ese pasado en tírminos de política financiera y de desendeudamiento está más cerca de lo que pretenden algunos".

Afirmó que la nueva propuesta de canje de deuda "no es un intento de evadir a la justicia de EEUU de ninguna manera", sino que "es una propuesta concreta que demuestra que la Argentina no sólo tiene voluntad de pago, sino que además mantiene esa voluntad de pago". Confirmó además que el 12 de septiembre próximo la Argentina "va a hacer frente al pago final de Bonar 7", por un monto de 2.070 millones de dólares.

"No vamos a ofrecer nada mejor que en los canjes anteriores, exactamente la misma oferta", remarcó Lorenzino. Esa postura quedó explícita en el proyecto de ley enviado al Senado que además, tal como lo anticipó Ámbito Financiero, no tendrá una fecha de cierre.

Indicó que "la deuda en moneda extranjera con el sector privado representa menos del 10 por ciento del PBI", e insistió con que "la deuda con el sector privado en moneda extranjera, que es la medida más clara de la situación de deuda de un país, va a estar por debajo del 8,5 por ciento en tírminos de PBI".

"Los argentinos, desde hace diez años, venimos pagando nuestra deuda e hicimos un esfuerzo en no descuidar todas las obligaciones sin descuidar el mercado interno", explicó el ministro.

"Sin embargo -advirtió-, Argentina sigue siendo sometida a una permanente presión", ya que "existe una especulación permanente sobre nuestra economía".

Aclaró que ese 7 por ciento que "no ingresó a los canjes de deuda en 2005 y 2010 pueden hacerlo a partir de ahora", ya que la Argentina "está en condiciones de atender y regularizar a ese 7 por ciento que no entró, exactamente en los mismos tírminos que los que lo hicieron".

Lorenzino señaló que lo que se pretende "es asegurar que aquellos que entraron no les sería traicionada su confianza con condiciones más beneficiosas", y explicó que "es fundamental brindar esa seguridad a los que ya entraron, con los que vamos a seguir honrando la deuda".

"Nos parece importante dejar en claro nuestro compromiso de no ofrecer nada mejor, es la misma oferta", sostuvo; aclaró que el cobro en la Argentina con legislación local será una opción voluntaria para los acreedores que adhieran al canje, y reafirmó que "no se intenta escapar a la justicia como dicen los lobbistas".

El ministro consideró que se busca "alejar toda especulación e incertidumbre respecto del crídito de Argentina", y lamentó que lo que se ha pagado hasta el momento "parece que para algunos no es suficiente".

"Quienes quieran seguir haciendo juicios nos van a encontrar defendiendo como siempre los intereses de los argentinos", aseveró, y advirtió que "como dijo la presidente Cristina de Kirchner, el pasado está a la vuelta de la esquina, parece que se fue pero amenaza con volver".

Kicillof, por su parte, aseguró que "Argentina no debe caer en la trampa del sistema financiero de pagar deuda con más deuda", y consideró que "la propuesta argentina es generosa y equitativa con un estricto criterio de justicia".

Afirmó que con el blindaje Argentina "estaba en una situación de default encubierto", y remarcó que el blindaje "era imposible, lo sabía todo el mundo, era incobrable", ya que el objetivo era "endeudarnos más y someternos, y restarnos soberanía e independencia económica".

El funcionario reseñó que "se ha pagado hasta el último centavo de dólar durante todos estos años, y ahora nos reclaman que paguemos todo a esos fondos buitre que los compraron a precio vil cuando ya estábamos en default".

"Estamos en peligro, porque nos reclaman que paguemos a los fondos buitre para que tengan la excusa para venir a reclamar de nuevo esos papeles que hoy para nosotros son cartón pintado", alertó.

Kicillof insistió con que la Presidenta "ha tomado la decisión de que aquellos que no entraron en los canjes que entren en razón, y que entren en los canjes que les vamos a pagar", y afirmó que Argentina "les va a pagar tambiín a ellos pero no como buitres sino como holdauts".

"Le pedimos a los tribunales de EEUU que nos dejen seguir pagando los bonos reestructurados, pero si nos obliga a que la plata que entra para los demás bonistas tenga que ir primero a los buitres, entonces ya no podemos pagarles a los demás para pagarle a ellos", advirtió.

Fuente: otrosambitos.com.ar